martes, 4 de enero de 2011

A:Theophilus ¨Primo¨ Chiverton y Daniel ¨Linda¨ Henderson: RIP


Los "Cocolos"
José E. Marcano M.
¨Mi país, conociendo mi país,
República Dominicana¨
http://www.jmarcano.com/mipais/indice.html#indice



El término cocolo
Turquimanes y santomeros                                                                    
La inmigración cocola
Instituciones sociales cocolas
Los cocolos y los deportes
Danzas, bailes y representaciones cocolas
La comida cocola




Desde el momento que los españoles llegaron a nuestra isla, y quizás antes si tenemos en cuenta las relaciones taínos-caribes, empieza a ocurrir un proceso más o menos complejo de relaciones raciales y culturales. En los primeros años, estas relaciones son entre europeos, principalmente españoles, y la población indígena nativa; posteriormente, intervienen en este proceso otros pueblos inmigrantes, principalmente originarios de África.
Uno de los grupos étnicos inmigrantes es el de los cocolos, provenientes de las Antillas Mayores y las Bahamas. La cultura (o subcultura)cocola es la reinterpretación de elementos culturales ingleses unidos a elementos culturales africanos por los esclavos y sus descendientes en las islas caribeñas de habla inglesa.
El término cocolo

El término cocolo tiene un origen oscuro. Según Miguel Alfonzo, el mote le fue puesto a los braceros barloventinos a su llegada por los braceros azucareros dominicanos, quienes procedían en gran proporción del suroeste dominicano donde llamaban cocolos a los negros haitianos que atravesaban la frontera. Pedro Mir también dice que esa palabra significa "negro haitiano", sustentándose en que ya en 1844 el sacerdote limeño Gaspar Hernández utilizaba la palabra cocolo como sinónimo de haitiano: "Te felicito a ti y a todos los dominicanos por haber sacudido el yugo de los mañeses-cocolos,..." (carta Baltasar Morcelo, pocos días después del 27 de febrero de 1844). Un poema anterior a 1900 de José Joaquín Pérez se titula Cocolito pero se refiere a un niño indígena.
Sin embargo, en la actualidad no se aplica ni a haitianos ni a indios sino a descendientes de inmigrantes antillanos de habla inglesa (también, aunque es raro, a francoparlantes de Guadalupe y Martinica). La palabra tuvo, inicialmente, un sentido peyorativo ("inmensamente insultante", dice Pedro Mir) pero actualmente sirve para designar indistintamente a los afroantillanos y sus descendientes venidos al país a fines del siglo 19 y principios del 20. Este movimiento migratorio empezó a ocurrir desde la abolición de la esclavitud en las antiguas colonias inglesas, francesas, danesas, etc., y la industria azucarera entró en crisis durante el siglo 19, afectando principalmente a las pequeñas islas que dependían casi exclusivamente del cultivo de la caña de azúcar.
"Turquilanes" y "santomeros"                               
La inmigración de antiguos esclavos y sus descendientes empezó en pequeña escala antes del desarrollo de la industria azucarera en la República Dominicana, aunque los inmigrantes se ubicaron preferentemente en comunidades costeras con puertos activos (Sánchez, Samaná, Monte Cristi, Puerto Plata). Los principales puertos dominicanos se encontraban en la "Banda Norte" por lo que una gran mayoría de estos inmigrantes provenían de las Bahamas y las Islas Turcas, especialmente en Puerto Plata, debido a la proximidad.
Los primeros inmigrantes de las Islas Turcas empezaron a llegar a Puerto Plata después de la Restauración, mucho antes de que se estableciera la industria azucarera moderna. Fueron carpiteros, herreros y maestros de escuelas que emigraron debido a la crisis económica en las Bahamas e Islas Turcas y Caicos. También muchos llegaron como estibadores de los barcos de la línea Clyde Steamship Company, oficio que dominaron por muchos años.
Luego, cuando se construía el ferrocarril Puerto Plata-Santiago a finales del siglo 19, llegaron muchos de esas islas a trabajar en el ferrocarril, así como otros de Saint Thomas, que entonces era una colonia danesa, y se asentaron en gran número en Puerto Plata. A estos últimos, la prensa de la época les llamaba "santomeros" en referencia a su lugar de origen.
El alto número de inmigrantes de las Islas Turcas en Puerto Plata hizo que algunos dijeran que esta ciudad era la "capital de Turquilán" o, simplemente, "Turquilán" (por Turks Islands). El barrio donde se encontraba la mayoría de ellos recibió el nombre de "Turquilancito".
Debemos aclarar que a estos inmigrantes de las Islas Turcas y Saint Thomas nunca se les llamó cocolos en Puerto Plata. El término se limitó a los inmigrantes de las Antillas Menores inglesas que vinieron a los ingenios azucareros, principalmente en San Pedro de Macorís y La Romana.
La inmigración cocola
En grandes proporciones, el movimiento migratorio de los angloantillanos a la República Dominicana se inicia a partir del desarrollo de la moderna industria azucarera por los años de 1878. La razón más importante: la adquisición de mano de obra barata. Los empresarios azucareros, en su afán de producir al más bajo costo posible, lograron encontrar obreros que trabajaran por un salario cada vez más bajo y en condiciones laborales de mínimas exigencias.
Principales regiones cocolas del pais

En esas condiciones llegaron, no solamente de las islas inglesas de Saint Kitts, Tortola, Nevis, Antigua, Santa Lucía, Dominica, Anguila, Saint Croix... sino también de las francesas como Guadalupe, Martinica, y de las Antillas holandesas y danesas como San Martín, Aruba, Curazao, St. Thomas y otras; llegaron fundamentalmente para incorporarse como braceros a la producción de la floreciente industria azucarera de la época, por lo que se localizaron principalmente en áreas portuarias donde estaban los ingenios azucareros de la época: La Romana, Barahona, Puerto Plata, alrededores de Santo Domingo y, especialmente, San Pedro de Macorís que ha sido la ciudad donde la herencia cocola es más significativa.
Las inmigraciones de cocolos fue creciendo de manera sostenida desde el año 1884, cuando vinieron alrededor de 500, hasta el año 1918 cuando se elevó casi a siete mil. El censo del año 1920 registró a 5,763 inmigrantes angloantillanos, de los cuales 3,615, residían en San Pedro de Macorís. Esta proporción se mantuvo hasta el próximo censo levantado en el año 1935, cuando se registraron 9,272 cocolos. A partir de entonces, la cantidad de cocolos disminuye al reducirse la importación de braceros antillanos y a la asimilación de las nuevas generaciones.                                                                   
Entre los inmigrantes no sólo llegaron simples braceros cortadores de caña. Llegaron, y de muy buena calidad, mecánicos, ebanistas, carpinteros, albañiles, pastores evangélicos, profesores, y hasta comerciantes importadores y exportadores. Algunos se dispersaron por ciudades como Santiago, La Vega, Monte Cristi, especialmente como artesanos y profesores de inglés.
En principio, los dominicanos recibieron con cierta prevención a los inmigrantes cocolos, por diferentes motivos. En primer lugar, por la diversidad cultural; el hecho de ser un grupo humano de idioma y religión diferentes al de la mayoría de la población, hizo que fueran mirados como extraños. En segundo lugar, ellos mismos trataron de aislarse como un mecanismo natural de autodefensa y conservación de su propia identidad y cultura.
Para los cocolos, era muy importante resaltar su condición de súbditos ingleses para diferenciarse de otros grupos étnicos:
1.    Los descendientes de los libertos norteamericanos, también angloparlantes, establecidos principalmente en Samaná; y
2.    Los haitianos, semejantes en apariencia física pero muy diferente en idioma, religión y costumbres.

Instituciones sociales cocolas
El cocolo se distinguió desde el principio por su sentido de orden y organización, fundando diversas instituciones sociales, tales como: logias odfelas y sociedades de socorro mutuo, instituciones religiosas, artísticas y deportivas.
Aunque el odfelismo fue introducido por Henry Astwood, vice-cónsul norteamericano, al crear en 1885 la primera logia odfela en el país (Logia "Flor del Ozama"), este movimiento fue impulsado en el país básicamente por los cocolos. Ellos fundaron la Logia "Estrella Puertoplateña" en Puerto Plata el 17 de julio de 1889, y en 1892 fundaron la Logia "Industria", en la ciudad de San Pedro de Macorís. Posteriormente, en 1908, se fundó, también en San Pedro de Macorís, la Logia "La Experiencia" (la "logia de los cocolos") en la que solamente se aceptaban miembros cocolos y sus ceremonias eran realizadas en inglés.
En otras ciudades del país se establecieron logias odfélicas bajo la guía y dirección de cocolos, y luego integradas casi totalmente por dominicanos.
Las sociedades mutualistas (Mutual help) son un legado cultural de estos inmigrantes afroantillanos. Debido a sus características, su campo de acción es muy localizado. Sus actividades normales son de socorrer a sus miembros enfermos o en prisión, de sufragar todos los gastos funerarios cuando ocurre el deceso de uno de sus miembros; también se dedican a celebrar actos culturales, como la presentación de agrupaciones teatrales, musicales y demás.
Aunque algunas personas eran, simultáneamente, miembros de la logia y de alguna sociedad mutualista, la mayoría de las sociedades de ayuda mutua eran obreros mientros que los odfelos ya habían alcanzado en los ingenios puestos de relativa importancia, y cuyo grado cultural estaba por encima del nivel de la mayoría de los mutualistas.
En vista de que en nuestro país la inmensa mayoría de los nativos profesan la religión católica romana y que para la época de las inmigraciones cocolas el protestantismo sólo contaba con un reducido número de seguidores, los cocolos se vieron en la necesidad de fundar sus propios centros religiosos. Estos fueron de varias sectas y se fundaron principalmente en La Romana, Puerto Plata y San Pedro de Macorís. Los hispanoparlantes denominan como chorcha a sus templos (corruptela de la palabra inglesa "church" - iglesia).
Las principales denominaciones protestantes introducidas por los cocolos fueron:
1.    Iglesia Anglicana, establecida en 1897 en San Pedro de Macorís, y denominada actualmente como Iglesia Episcopal Dominicana. Es la que cuenta con el mayor número de feligreses y su sede central está ubicada en Inglaterra.
2.    Fe Apostólica, que inició sus actividades en el año 1930. Su sede central está en Portland, Oregon, Estados Unidos.
3.    Iglesia Moraviana, (actualmente, Iglesia Evangélica Dominicana) establecida en 1907 en San Pedro de Macorís, por el Reverendo John Bloise de nacionalidad inglesa. Su sede principal está radicada en Pennsilvania, Estados Unidos.
4.    Iglesia Africana Metodista Episcopal, la cual inició sus cultos en San Pedro de Macorís, en 1912 y fue fundada por un grupo de ingleses antillanos y su sede central se encuentra en la ciudad de New York, Estados Unidos.
Además, en Puerto Plata se organizaron la Anabaptist Chapel, construida en 1867 y que funcionaba oficialmente sólo cuando venía a oficiar actos de culto su Reverendo desde las Islas Turcas, y la Wesleyan Methodist Chapel, primera iglesia protestante de negros de Bahamas y Saint Thomas en el país. Mediante ley promulgada en 1884, el Presidente Ulises Hereaux (Lilís) le concedió el derecho de propiedad de solar donde estaba situada esta última.
Los cocolos y los deportes
Los inmigrantes afroantillanos se distinguieron, y sus descendientes siguen distinguiéndose, por la práctica entusiasta de algunos deportes de factura inglesa, especialmente el 'cricket' y el boxeo.
El 'cricket' era el deporte principal tanto en las posesiones inglesas como en la metrópoli. De ahí que para cultivar éste, y otros deportes, los cocolos crearon en San Pedro de Macorís, varias agrupaciones deportivas, las cuales se dedicaron a formar sus respectivos equipos de 'cricket'. Algunas de esas agrupaciones fueron "Eton", "Arrow", "San Pedro" (formado principalmente por hijos de cocolos), "Golden Arrow", etc. Las "Eton" y "Arrow" estaban organizadas por seguidores de equipos británicos con esos mismos nombres; los seguidores de la "Eton" también habían formado una sociedad mutualista: la "Eton Benevolent Association".
Los descendientes de esos inmigrantes afroantillanos han abandonado la práctica del 'cricket' por la del 'baseball', dándose el caso de que San Pedro de Macorís es uno de los lugares del país donde más se practica el 'baseball' y una gran cantidad de jugadores profesionales provienen de esa región, casi todos descendientes de cocolos.
Danzas, bailes y representaciones cocolas
Pero los cocolos no solamente trajeron su religión, sus hábitos de trabajo; también trajeron con ellos danzas y bailes muy variados y excitantes y todos llenos de gracia y colorido.
Los pueblos ingleses de las Antillas Menores son producto del cruce racial de negros, antiguos esclavos traídos del África, con esclavistas y colonizadores británicos, siendo aquellos el elemento mayoritario, mientras que éstos, obviamente mantenían la hegemonía político‑económico‑social y, por ende, la cultural. La música, los bailes y las canciones cocolas muestran esos dos componentes.
La música, por ejemplo, es de un ritmo que es casi totalmente de influencia africana, de igual modo, todos los movimientos y pasos de sus danzas son de puro corte africano. Sin embargo, cuando los bailes son dramatizados, la mayoría de los argumentos están basados en "lecciones" bíblicas o en leyendas británicas. Asimismo, la influencia británica se hace sentir en las letras y motivos de las canciones cocolas.
En los bailes, sean dramatizados o no, el conjunto orquestal cocolo que los acompaña está formado por un "base drum", un "kettle drum" y un triángulo, con la inclusión a veces de una flauta. En la actualidad, solamente perduran en los enclaves cocolos de San Pedro de Macorís y La Romana, no encontrándose en los demás enclaves.
Tanto el "base drum" (bombo) como el "kettle drum" o "drummer" (redoblante cocolo) parecen que son tambores militares británicos adoptados y adaptados por los esclavos para su uso en la reinterpretación de dramas ingleses antiguos con la adición de elementos africanos. El bombo que se toca en La Romana es mucho menor que el de San Pedro de Macorís.
Los bailes que trajeron los cocolos son muy variados y excitantes y todos tienen por objeto, además de producir un deleite espiritual, llevar a los espectadores un mensaje de carácter social o religioso. Estos bailes y "juegos" se hacían del 25 de diciembre al 6 de enero pero ya se presentan en otras épocas, como en las fiestras patrias y patronales y durante el carnaval, debido a la integración de la comunidadcocola con el resto del país.
Los principales bailes (o "juegos") son "El Momise" y el Buloyer. Este último, conocido generalmente como Los Guloyas, realmente es un conjunto de bailes y "juegos" diversos.
El momise es un teatro bailado derivado de los "Mummer's Play" ingleses. Aunque hay muchas variaciones regionales, el "Mummer's Play"trata de la lucha de San Jorge y un enemigo nombrado de varias maneras ("Caballero Turco", "Príncipe Negro del Paraíso", etc.). El climax ocurre cuando uno u otro de los protagonistas muere; entonces interviene milagrosamente el "Doctor" y lo resusita. Esta simple historia representa la lucha eterna entre el bien y el mal, luz y oscuridad, la fértil primavera y el estéril invierno. Estas piezas se acostumbran representar generalmente en Navidad y Año Nuevo.
Los guloyas son varios grupos que practican diversos bailes. Uno de esos bailes es el "Baile de los Zancos", que consiste en un danzante en altos zancos que no lleva nada en la mano, trajeado con una chaqueta brillante con muchos espejitos, unas mangas muy largas y el pantalón lleno de flecos. El grupo que le sigue va tocando y bailando.
Otro baile o "juego" es el "Baile del Buey", con un personaje vestido completamente de rojo, con cuernos en la cabeza y con rabo de vaca verdadero en el trasero, que representaba un buey que baila en las calles y corre detrás de las personas; El jefe del grupo lleva un foete con el cual acarrea al buey. Todo esto se hace al compás de la música de tambores, flauta y triángulo. Los danzantes de este baile procedían en su gran mayoría de los ingenios Angelina, Consuelo y Santa Fe.
Otro grupo de "buloyer" se disfraza de indios y escenifica diversos asuntos, forman un círculo y con flechas que van tirando y con ciertas evoluciones de grupo, van haciendo sus ceremonias. El nombre original de este baile es "Wild Indian" ('Indio salvaje'). Presentan tres tipos de baile que son: 1ro. Máscara Loco, que es un baile agitado; 2do. Polka, que es un poco lento; y 3ro. Vals popular en el cual hacen todas sus evoluciones. La música que los acompaña es producida por bombo, redoblante, flauta y triángulo.
Además de los bailes y danzas, los cocolos celebran las parrandas navideñas, durante las cuales van de hogar en hogar, en horas de la madrugada, entonando villancicos. El más famoso es aquel cuyo estribillo reza así: "Good morning, Good morning, give me the guavaberry", que se practica en todos los enclaves cocolos. Otro es el conocido mundialmente Jingle Bell. En las iglesias y en las instituciones sociales, el más cantado es "!Oh! He is a Jolly Good Fellow" (El es un alegre y buen camarada).
La comida cocola
La cocina cocola no se diferencia de la cocina de las Antillas inglesas, donde se consume harina de trigo o maíz en lugar de arroz que es el alimento básico de la comida criolla. Otras diferencias con la comida típica dominicana es el alto consumo de pescado, fresco o seco, lo mismo que la preferencia por determinados vegetales como el molondrón (ocra), la yautía (especialmente la yautía blanca pero también la yautía coco o pipiota).
Algunas comidas típicamente cocolas, y que pueden encontrarse en prácticamente todas las Antillas Menores (con sus variantes) son yaniqueque, domplin, fungi, calalú.
El yaniqueque se prepara con harina de trigo y que se consume frito (la manera preferida en el país) u horneado. El término es una corruptela de 'Johnny Cake' y este a su vez de 'Journey Cake' ('torta de viaje') ya que se conserva mejor que los panes con levadura, importante en viajes largos por el mar. De todas las comidas cocolas, el yaniqueque es la que más se ha extendido por el país.
Los domplins (dumplings), también de harina de trigo, tienen forma de bollos y se comen luego de cocerlos. Los funyis (o fungis,funchis) son similares a los "domplins" pero hechos con harina de maíz y son fritos. Existen muchas variaciones en la confección y consumo de estos dos platos.
El calalú (Callaloo) es una sopa muy típica de las Antillas Menores que tiene un color verde debido a la presencia de molondrones ('ocra') y, especialmente, de hojas de callaloo (Colocasia esculenta, el taro del Pacífico, conocida en la República Dominicana con los nombres yautía coco, pipiota, pastoreo). Aunque generalmente es una sopa de vegetales, en algunos casos se le agrega carne, semejándose al sancocho dominicano, excepto por el color, por lo que también se le llama "sancocho verde".
De las bebidas, la más conocida es el guavaberry, un licor elaborado usando frutos de arrayán, que maduran a finales del otoño y por eso el licor guavaberry está asociado con las fiestas navideñas. El licor se hace mezclando los frutos con ron, frutas deshidratadas (pasas, ciruelas pasa, etc.), especias (canela, vainilla, jengibre) y otros ingredientes.

Referencias
1.     Alfonzo, Miguel. "Los cocolos de SPM: brazo que impulsó industria azucarera a comienzo de siglo", El Siglo, 27 junio 1997, suplemento "Patronales San Pedro de Macorís '97"
2.     Deive, Carlos E.. Notas sobre la Cultura Dominicana. Boletín del Museo del Hombre Dominicano, Año VIII, Núm. 12 (Enero 1979).
3.     Inoa, Orlando. Azúcar. Árabes, cocolos y haitianos. Santo Domingo, 1999.
4.     Lockward, Georgr. Historia del Protestantismo en la República Dominicana. Santo Domingo.
5.     Mir, Pedror. Carta anti-prólogo en Julio César Mota Acosta.
6.     Mota Acosta, Julio César. Los Cocolos en Santo Domingo. Santo Domingo, 1977.


Este trabajo fue realizado por el Prof. José E. Marcano M.
El Círculo Cultural Mayohuacan, toma la iniciativa de reproducirlo en este nuestro blog,
con el único objetivo de educar y difundir nuestras raices culturales.

Willy Marchena.