Tomado de blogspot: Guabancex, Viento y Agua

Así tiene que ser, este lugar ya no satisface la memoria por la que luchaste. Las libertades se pierden, se afirma la corrupción y los carteles democráticos son ruinas en los sótanos del Congreso. Sabes muy bien que ya no se hacen esfuerzos, lo individual atraviesa al Congreso, aumentan sus salarios y disponen de “el Barrilito” mientras se engalanan con disfraces de corderos.
Los hombres y mujeres que trabajan la tierra y las fábricas no son tomados en cuenta, los salarios siguen siendo miserables y con pretensiones de ser más bajos por las nuevas cargas fiscales que se avecinan. ¿Han fracasados estos nuevos muchachos? No puedo mentir abuelo… Se olvidaron de tu memoria y del sacrificio de tantos hombres y mujeres que con dignidad y una ética incorruptible que entregaron lo mejor de sí por este país y hasta sus vidas. La memoria de los caídos en Constanza Maimón y Estero Hondo es una prueba imperativa de hallar justicia, de vencer la impunidad, de llevar a cabo la reparación del duelo y de encontrar la cura para sanar este drama histórico de dolor, desaliento, traiciones, corrupciones e irresponsabilidades al hacer la cosa pública.
Estoy aquí diciéndote abuelo, que haremos actos de reparación, que no permitiremos que sigan muriendo nuestros/ niños/as por dengue y falta de alimento. Te aseguro que los bosques tendrán más árboles y las especies nativas y endémicas reverdecerán la foresta. Te prometemos abuelo que tú memoria la escucharan los poetas y los niños de la calle. Los/as trabajadores/as levantaran la cabeza reconociendo que tu obra se prolonga en el tiempo y la existencia de los caídos en el 1959 permanecerá en los actos de reparación de las riquezas materiales y espirituales que ha sido vulneradas por la violencia. Hoy te despido abuelo con dolor y te prometo que nunca dejaremos que el olvido te alcance.