Tomado de : Identidad Sanjuanera de Ike Méndez
SOBIESKI DE LEÓN
¿Quién fue Olivorio Mateo?
Hay un libro escrito por un sanjuanero llamado Emígdio Osvaldo Garrido
Puello que se titula Olivorio, Ensayo histórico (1963). Para el autor, Olivorio
Mateo fue un brujo, un curandero, un personaje creador de una religión popular
que usaba para sus fines particulares. Decía que en esa religión se empinaba el
codo y se practicaba el amor libre, es decir, las relaciones sexuales
orgiásticas con diferentes mujeres.
También decía que Olivorio Mateo era un impostor y un alucinado, una persona
que se creía un enviado de Dios pero que no era más que un demente. Todos estos
conceptos fueron escritos por un intelectual, un maestro; los maestros antes
tenían un peso tremendo en la sociedad. Además de maestro, Garrido Puello era
periodista y propietario de un periódico. Todo eso motivó que las ideas de
Garrido Puello sobre ese personaje influyeran de tal forma que, a partir de su
generación y la venidera, creyeran lo que decía en ese libro.
Esto, desde luego, convenía a ciertos sectores de San Juan de la
Maguana, sobre todo a la elite, el sector de los ricos, en contraposión a los
campesinos, que eran la gente que generalmente seguían y creían en Olivorio
Mateo. Porque Olivorio Mateo, además de lo que haya podido decír Garrido
Puello, fue un personaje mesiánico, es decir, una especie de mesías enviado de
Dios.
Discurso pronunciado en el taller del Proyecto
"La Ruta hacia Liborio", celebrado en El Cercado, San Juan de la
Maguana, el 27 de junio de 2002. Grabaci6n y transcripci6n: Hilda Trinidad,
correcci6n y edici6n: M. E. Davis, revisado por el autor.
El origen de Liborio
Algunos dicen que nació en el1874, otros que en el1876 y otros que en
el 1878. El sitio donde nace es La Maguana Arriba, aunque hay quienes sostienen
que fue en El Palmar, en plena cordillera Central. Tenia un carácter extraño;
era tímido, no se daba a conocer mucho. Tuvo una primera fase, como todos los
futuros profetas, en la que la gente casi no sabía de él. Si se sabe que era un
personaje de carne y hueso, que su padre se llamaba Andrés Mateo y que tenía
una mujer y ocho hijos.
En la primera fase antes de darse a conocer a la vida publica, se
narra -y Garrido Puello también lo menciona que hubo una gran tormenta, un
huracán en San Juan de la Maguana para el año 1908. Olivorio Mateo desaparece; sus
familiares no saben donde se encuentra y lo dan por muerto. Entonce, en medio
del rezo de los nueve días, reaparece diciendo que el venía de muy lejos.
Afirma que había ido al cielo con un ángel, el ángel Gabriel, montado en un
caballo plateado. Dice que había hablado con Dios y que Dios dijo que no podía
quedarse en el cielo, que regresara a la tierra. Y le dio una misión curar a
los enfermos y predicar. En ese mismo instante nace un profeta, el profeta
Olivorio Mateo.
La zona para él desarrollar su misión es en todos los poblados
cercanos a la cordillera Central. El Palmar, La Maguana, El Naranjal, Las
Peñitas, La Cotorra y La Hoya del Infierno son sitios que dan cuenta de la
presencia de Olivorio Mateo cumpliendo su misión de curar a enfermos y predicar
las Buenas Nuevas, es decir, anunciar un mundo mejor a través de la comisión
que él recibiá después de haber hablado con Dios.
El centro de su misión es la llamada Agüita de Liborio, un sitio bien
cercano a la Cordillera central. Este lugar antes tenía el nombre de Fuente de
San Juan Bautista porque, según la tradición, en ese mismo sitio había
aparecido San Juan Bautista. Este era precisamente el profeta que predicaba en
Palestina a la llegada de un nuevo mesías, de un salvador del mundo, de un
Cristo. Coincidencialmente en nuestra geografía dominicana, San Juan Bautista
también precede a nuestro profeta de la Maguana, Olivorio Mateo, y la Fuente de
San Juan Bautista se convierte con el tiempo en "La Agüita de
Liborio". Las celebraciones de San Juan Bautista se realizan en el mismo
lugar donde se desarrolla Olivorio. Y una de las cosas que primero respeta
Olivorio es la permanencia de las celebraciones de San Juan Bautista en el
lugar; es decir, lo asume como parte de su misión.
Pronto la fama de curandero, de hombre que cura a los enfermos, se
esparce por todas partes. En una ocasión, a una muchacha inválida, paralítica,
que hace tiempo que no camina, la llevan a Olivorio Mateo. Olivorio la
santigua, actuando con un famoso ramo de piñón, e inmediatamente la enferma se
para en sus propios pies. Esta noticia se difunde por toda la región y comienza
a esparcirse la fama de este señor de grandes poderes, puestos al servicio de
los campesinos sin cobrar nunca por lo que hace.
Las predicas de Olivorio Mateo son mensajes de paz y amor. Nunca habla
de guerra. El siempre habla de un nuevo reino, que es el Reino de Dios. En todo
su accionar, en todas sus actividades, esa es la línea que él sigue, la de su
misión divina, no terrenal. Bien pronto adquiere un liderazgo entre los
campesinos. En esos tiempos se vivía en comunidad; las tierras eran comuneras,
es decir, todo pertenecía a todos y los hombres trabajaban la tierra en común y
lo que se producía se repartía entre todos. Era un mundo realmente de hermandad
y armonía, todavía no penetrado por el modernismo, por los grandes inventos y
acontecimientos que habían ocurrido en otros países como en Europa y Estados
Unidos. Era un estado natural y agradable, prácticamente un paraíso terrenal.
Olivorio Mateo no actúa solamente en La Maguana y sus alrededores, ni
únicamente en toda la cordillera Central, sino que también baja a San Juan de
la Maguana donde establece una serie de amistades.
El entorno político nacional
En sus años mozos, Olivorio Mateo fue peón de uno de los caudillos que
tenían mayor poder. Se trata del general Wenceslao Ramírez Roa, que era un
verdadero caudillo en San Juan de la Maguana. A principios de siglo era la
época del caudillismo; había muchos caudillos. Era la época en que no había una
distribución de las propiedades, sino que eran comuneras. Una época en que todo
el mundo estaba armado, llena de muchísima inseguridad e inestabilidad en los
gobiernos.
Vale decir que del 1908 al 1914 se suceden unos seis gobiernos. El de
Ramón Cáceres ejerció el mando desde 1908 hasta 1911, año en que lo asesinan.
Después vienen los gobiernos de Eladio Victoria, el de Monseñor Nouel, que duró
cuatro meses, el del general Bordas y el de Ramón Báez, que era el hijo de
Buenaventura Báez y que fue de corta duración. Fue quien organizó las
elecciones para el 5 de diciembre de 1914, que ganó Juan Isidro Jiménez, quien
asumía la presidencia de la República por segunda vez, como el sexto presidente
en un período de cinco años.
Para esa misma época, ya los norteamericanos, antes de la intervención
militar, tenían mucha influencia en el accionar político dominicano. Vivian
asesorando e inmiscuyéndose en la política interna dominicana. Desde el
nacimiento de la Republica en 1844, los norteamericanos hacían gestiones a
favor de Estados Unidos ante los gobiernos de Buenaventura Báez. Los
norteamericanos incluso intentaron comprar la península de Samaná, que es una
de las cosas que se le critican a Buenaventura Báez, que era anexionista, no
solamente frente a España, sino ahora con los norteamericanos, según él para
solucionar los problemas del país. Dicho sea de paso, desde el inicio de la
República, de acuerdo con el historiador dominicano Franklin Franco Pichardo,
la República nace endeudada. Pero los sucesivos gobiernos de Santana y Báez,
van endeudándola más.
Cuando gana la presidencia Juan Isidro Jiménez en el 1914, hay
asesores norteamericanos para aconsejar a los colegios electorales, es decir,
tal y como ocurre en la actualidad. Desde entonces se dejaba sentir su
presencia en las elecciones nacionales y preseleccionaban el
candidato que conforme sus intereses debía ganar. De esta forma,
entonces, asume la
presidencia en 1914 el presidente Jiménez. Dos años más tarde, ante la
inestabilidad de este gobierno, se precipita sobre el país la ocupación militar
el12 de julio del 1916.
Este periodo, que va de 1916 a 1924, es el de la Primera Ocupación
Norteamericana, conocido como gobierno o dictadura de ocupación militar. Todo
esto va a transformar el ambiente dominicano, ese ambiente idílico en el que
vivía Olivorio Mateo, con sus compañeros campesinos. Porque ya era un líder
espiritual en quien los campesinos creían, en todo el sentido de la palabra.
Hay que recordar que todo movimiento y toda actividad individual
siempre existen dentro de un contexto social, con implicaciones sociales y
hasta políticas. Por ejemplo, los países árabes gobiernan con la religión
mahometana, que tiene una función tan intrínseca que se gobierna prácticamente
a través de la religión. En los países occidentales, aparentemente la religión
está separada del gobierno, pero sólo en apariencia. En la Revolución Francesa
de 1879, dominaban la monarquía, el clero y la burguesía. Hasta ese momento,
quien gobernaba en Europa era realmente la Iglesia Católica, el papado. Iban de
la mano con la religión; los príncipes se hacían papas y los papas, príncipes.
No es raro que todavía hoy a los cardenales les llamen "príncipes de la
Iglesia"; eso viene de la época medieval hasta entrar en el Renacimiento
(siglos XV y XVI), cuando comienza la Iglesia ya a perder su hegemonía.
Considerando el poder de la Iglesia oficial, una religión popular como
la de Olivorio Mateo, naturalmente, iba a entrar en contradicción. Por tanto,
no es raro que un obispo como monseñor Thomas Reilly, que lo era de San Juan de
la Maguana a finales de la década del cincuenta, fuera abiertamente
antiliborista porque sostenía que Olivorio Mateo no era otra cosa que un brujo
y que el olivorismo quería decir paganismo, superstición, atraso, haitianismo,
africanismo, falta de moral, amor libre y borrachera, en fin, todo lo que
había opinado el libro de Emígdio Osvaldo Garrido Puello, porque pertenecía a
la elite de San Juan de la Maguana.
El entorno social
Olivorio Mateo había sido peón del general Wenceslao Ramírez en su
finca de Río Mijo, en San Juan, y en la de Banica. Tenía fama de ser un
jornalero bien experimentado en la confección de cercas; en eso se parecía a mi
abuelo Juan Maria Lázala, que para su época era también el hombre mas famoso en
San Juan en la construcción de cercas. Olivorio Mateo gozaba de esa fama, no
solamente en las tierras de Wenceslao Ramírez, sino en todas las demarcaciones
en que laboró construyendo alambradas. La cerca es una demarcación particular:
Significa que de la alambrada hacia adentro lo que allí se encuentra es ajeno.
Es una época en la que todavía no se había delimitado bien lo relativo a la
propiedad de la tierra, que es precisamente lo que produce las riquezas de las
que se beneficia el ser humano. Y esa riqueza, como es sabido, es producida por
los campesinos.
Los labriegos en esa época representaban entre el 83 y el 85% de la
población dominicana, por tanto, era el sector más importante. El peso de todo
lo que se producía en la Republica recaía sobre los campesinos. Es necesario
recordarlo porque generalmente las personas que viven en los pueblos -los
intelectuales, los teóricos, los políticos-, usan a los labriegos solamente en
determinados momentos. No reconocen que la producción de la riqueza
reside-precisamente en sus manos.
Olivorio Mateo, bien pronto causa revuelo en San Juan de la Maguana
por su fama y poder de curación. Además, dentro de los poderes que posee,
vaticina el futuro. Predice, por ejemplo, que se van a juntar dos montañas, que
se va a caer la iglesia católica, que en determinado sitio se va a construir
una escuela, que va a haber un terremoto, que habrá un mensaje grande
procedente del cielo, en fin, una serie de cosas que fueron ocurriendo en confirmación
de las predicciones de Olivorio.
Por ejemplo, el acontecimiento histórico que habría en el cielo, que
incluso se recoge en los libros de geografía y que hemos estudiado en la
escuela, es la aparición del cometa Halley en 1910. Eso causa un espanto
tremendo en la población, sobre todo en la campesina, que pensó que se trataba
de un anuncio del fin del mundo, del Apocalipsis, porque el cristianismo
siempre ha predicado eso. A consecuencia de ese terror, surgen entonces los
profetas que calman la ansiedad de la gente, explicándoles que esos fenómenos
son señales de Dios para conducirlos a su arrepentimiento, para que actúen
dentro de los cánones que Dios quiere, para poder llegar al reino lleno de
armonía, donde todos seremos hermanos. Eso es, en esencia, lo que predican
todas las religiones: que todo el mundo va a vivir bien y va a ser feliz. La
religión popular de Olivorio Mateo no era una excepción a esta predica.
En el 1911, un año después de la aparición del cometa Halley, ocurrió
un terremoto en San Juan de la Maguana. Es decir que hubo huracán, cometa y
terremoto, fenómenos naturales interpretados como señales del cumplimiento del
Apocalipsis, que indicaban que el mundo se iba a acabar. Pero para eso estaba
el profeta Olivorio Mateo, para explicarle a la gente y conducirla a buen
puerto.
La ocupación norteamericana
¿Cuándo, entonces, se convierte Olivorio Mateo de un personaje
religioso, de un mesías y guía espiritual a un ser social? ¿Cuándo se hace,
como dicen algunos, un revolucionario, un luchador contra los norteamericanos
que ocupan nuestra patria que es también la suya? Resulta que desde antes de
1898, cuando los Estados Unidos libran una guerra contra España, surge al
escenario la famosa Doctrina de Monroe, del presidente norteamericano James
Monroe (1823), que postula: "América para los americanos",
entendiéndose por América desde Alaska hasta Tierra del Fuego, que comprenden
América del Norte, América Central, América del Sur y todas las islas
adyacentes. Se trata entonces de una política imperialista, una política de
dominio sobre los otros para engrandecerse ellos. La única forma de hacerse
grande es dominando, conquistando, invadiendo. De esa forma preparan los
norteamericanos con la adopción de la doctrina de Monroe, su plan de dominación
del mundo entero. Pero desde luego que América no es para los americanos;
América es para cada uno de los pueblos que la componen. Por tanto, México es
para los mexicanos, Colombia para los colombianos, Estados Unidos para los
estadounidenses, Canadá para los canadienses, Cuba para los cubanos, Puerto
Rico para los puertorriqueños y Republica Dominicana para los dominicanos.
Ganada la guerra a España en 1898, inmediatamente "los
americanos" se apoderan de una serie de posesiones españolas. Puerto Rico
y Cuba, además de Filipinas y Guam, en el Pacifico, pasan a ser colonias
norteamericanas. Entonces en Estados Unidos, a los inversionistas se les
despierta el interés de hacer transacciones en esas nuevas tierras.
Inmediatamente dirigen su mirada a la República Dominicana, Cuba, Puerto Rico y
Haití, y es así como llegan inversionistas norteamericanos. Lo primero que
hacen en nuestro país es adquirir en el Este unas 127,000 mil tareas2 de
tierra, a través de la compañía "South Puerto Rico Sugar Company".
Comienzan a desalojar a los campesinos que viven y trabajan en esa tierra.
Esa expansión y posesión de tierras no se limita solo a la parte Este
de la República, sino que se extiende a las regiones Suroeste y Norte, pero
principalmente operan en el Este y en el Suroeste justo en el área donde vive y
esta accionando Olivorio Mateo. En el1916 se instala una nueva compañía, la
Barahona Company, que se registra en Nueva York. Esta adquiere en compra
347,000 tareas de tierras en Barahona y el valle de Neiba. Olivorio Mateo
también tiene influencia en Neiba. Todos los campesinos están siendo
desplazados de las mejores tierras. Rápidamente, en el periodo comprendido
entre 1910 y 1926, los norteamericanos se adueñan prácticamente de todas las
mejores tierras de nuestro país. De tal suerte que la Barahona Company resulta
ser la segunda central más grande del país -la primera es la de La Romana-, y
prácticamente de todo el Caribe y de América, porque nosotros éramos, hasta
hace poco, un gran productor de azúcar. Todo eso comienza en la época a que
hemos venido refiriéndonos. Pronto el 67% de la producción azucarera esta en
manos de los "gringos", y el 33% restante es propiedad de seis
ingenios azucareros o centrales privados, tres en Santo Domingo y otros tres
entre Azua y Barahona.
Para 1926, Estados Unidos era dueño de alrededor de 3, 000,000 de
tareas de nuestras mejores tierras, de las cuales 932,000 tareas (o sea, casi
un millón, es decir, la tercera parte de toda la tierra que poseen) estaban
sembradas de caña para la producción de sus ingenios. El resto, 2, 000,000 de
tareas, es sembrado con pastos para ganado, o sencillamente cercado para que
otras empresas, nacionales o foráneas, no lo adquieran. Esto causa un
desplazamiento brutal en la composición social dominicana. Las personas que
vivían de esos terrenos comuneros, son marginadas porque las compañías
norteamericanas se apoderan por completo de las tierras.
Sobre la inversión de dinero, durante el gobierno de ocupación
Norteamericana, de 1916 a 1924, también se toman prestamos al gobierno de los
Estados Unidos, por ejemplo, de hasta un millón de dólares. Y en un momento
determinado, el gobierno intervencionista norteamericano toma un préstamo de
US$ 10,000,000 para ser amortizados por los gobiernos dominicanos
subsiguientes. EI motivo era resolver los problemas de la República. Pero
resulta que la inversión realizada por las compañías estadounidenses en 1926
era de US$ 23, 500,000. Es decir, ascendente a un valor de prácticamente dos
veces y medio del préstamo que hicieran a los Estados Unidos, para dejar
endeudada la Republica. Los otros seis ingenios estaban bajo la administración
de una empresa que formó un consorcio con todas las compañías norteamericanas,
la Cuban-Dominican Company -que no era ni cubana ni dominicana, sino
norteamericana. Las demás incluían, por ejemplo, al complejo Vicini, de la
familia Vicini, que todavía es propietaria del ingenio CAEI, en la provincia
Peravia. Tenía este una inversión de US$4, 100,000, mientras que las cinco
empresas restantes contaban con US$3, 500,000 en inversión. Es decir que los
norteamericanos y otros extranjeros en nuestro país eran dueños de siete veces
más accionistas que los nacionales u otras compañías. Entonces es de imaginar
el amplio dominio que poseían los norteamericanos sobre los nacionales.
Protestas contra la ocupación
La respuesta no se hizo esperar: la protesta de prácticamente todo el
mundo, incluidas las élites nacionales. E. O. Garrido Puello era dueño de un
periódico en San Juan de la Maguana, El Cable. Este medio informativo se
caracterizó, durante toda la vida de su publicación -que fue de ocho años,
hasta prácticamente el 1930, con la entrada de Trujillo al poder-, por ser de
corte antiimperialista. Entonces, había elementos no solamente pobres, como los
campesinos que adversaban a los norteamericanos porque estaban despojándoles de
sus tierras, sino también la misma clase pudiente, porque los yankees
usufructuaban lo que nos pertenecía a todos, ricas o pobres, pero dominicanos
al fin.
¿Cuándo, entonces, entra Olivorio Mateo en juego con relación a este
problema? Olivorio Mateo, que se había desarrollado en la finca de Wenceslao
Ramírez, como jornalero, ya constituido en un líder, mantiene la amistad con
los Ramírez, con los grandes caudillos y generales de San Juan. Y no solamente
con Wenceslao Ramírez, sino también con un hijo suyo, que es el líder número
uno en estos momentos, el general José del Carmen Ramírez Carrasco
("Carmito" Ramírez). Era gente que incluso produjo una revolución en
1912, llamada la "Revolución del 1912", en que la familia Ramírez
prácticamente sitia en Santo Domingo al gobierno de turno, conjuntamente con
otro caudillo azuano de nombre Luís Felipe Vidal, que lideraba un partido
político al cual pertenecían los Ramírez en San Juan. Entonces, de acuerdo a
autores, Olivorio Mateo obtiene armas de los Ramírez. Es decir, que la gente de
Olivorio Mateo también se pertrecha y actúa parcialmente en la guerra del 1912
junto con los Ramírez. Pero prácticamente todos los autores están de acuerdo en
que Olivorio Mateo nunca tomó iniciativa ofensiva en la guerra, sino que las
armas que usaba las empleaba a la defensiva.
Bien pronto Olivorio se retira a su Maguana, que es el sitio donde
opera, porque realmente su misión no es la guerra, al menos no la terrenal,
sino la comisión divina de un Mesías de predicar y curar. Sin embargo, los
acontecimientos lo están envolviendo y el esta, quiéralo o no, asumiendo una
actitud social porque se lo impone el momento. Incluso Olivorio Mateo participa
en una reunión en la finca de Wenceslao Ramírez. Una vez terminada esta baja de
la Maguana con 80 hombres para presionar al gobierno y pedir que haya paz.
Estas son las dimensiones sociales de Olivorio Mateo, que se apartan de la fase
meramente religiosa.
Lo que pone la tapa al pomo son unas famosas leyes que inventan los
norteamericanos, que ocupan nuestro país en 1916. Frente al abuso en la
consecución de esa tierra y el desplazamiento de los campesinos, aparecen
luchadores en el Este, la zona mas devastada, robada y expoliada, bautizados de
forma despectiva por los invasores como "gavilleros". Es famoso en
Hato Mayor Ramón Natera, un gran líder patriota. Lucha en contra de la
intervención y de todas las barbaridades que se cometían en desmedro de los dominicanos,
para imponer lo que ellos llamaban la modernidad y el desarrollo de un nuevo
orden en la República Dominicana", hecho a imagen y semejanza de ellos,
precisamente para proteger los intereses que habían "creado" en la
República Dominicana.
Así, bien pronto crean tres leyes. Manuel Ubaldo Gómez había propuesto
en 1909 una ley para la distribución de la tierra, lo que no prospera mucho.
Pero en noviembre de 1911, aparece una llamada Ley de Partición de los Terrenos
Comuneros. Antes, la tierra era de todo el mundo y si la trabajaban dos o tres
personas, lo que producían era de ellos. No había límites precisos a la
propiedad. Pero con esa ley la idea era poner límites, establecer
demarcaciones. La tierra entonces iba a adquirir un gran valor, o plusvalía.
Surgen ahora los nuevos profesionales llamados
"agrimensores". Carmito Ramírez, el general de San Juan de la
Maguana, fue mandado por su papá a la capital a estudiar agrimensura. El es
amigo de Olivorio, pero también del general Felipe Vidal; es uno de ellos.
Ahora se encuentra entre Olivorio y los caudillos. Desde 1858 regía una ley que
ordenaba que los agrimensores públicos eran las únicas personas autorizadas a
mensurar la tierra y a expedir un titulo de propiedad. Pero bien pronto los
agrimensores y los abogados se parcializaban con las compañías extranjeras, con
las empresas azucareras extranjeras, y prácticamente les regalaban la tierra.
Por otra parte, los campesinos, al mensurarles sus propiedades, tienen que
entregar parte de ellas a los agrimensores y los abogados. Bien pronto se
desarrolla una pobreza extrema que obliga a los labriegos a quedarse sin
tierra. Este estado de desesperanza hace que la figura de Olivorio Mateo
adquiera mucho más fuerza, porque es el líder, no solo espiritual, sino también
social. Antes habían dictado otra ley, la de Franquicia Agrícola, en la que
estas compartías norteamericanas se apropiaban de la caña de azúcar y la
llevaban a Puerto Rico, a un central azucarero llamado Guánica, burlando el
pago de impuestos que demandaban las leyes dominicanas. Allí producían el
azúcar y, por tanto, lo vendían mucho más barato en los Estados Uni¬dos,
mientras que las compañías nacionales o de otra procedencia, eran obligados así
al pago de impuestos. Esto encarecía el precio de su azúcar en los Estados
Unidos; la competencia entonces estaba muy a favor de las empresas
norteamericanas. Por eso se enriquecieron rápidamente, alcanzando los US $23,
000,000 en inversiones en la República Dominicana.
Una tercera ley que dictan los intervencionistas y que va en
detrimento también de lo nacional, es la famosa Ley de Titulo de Propiedad, o
la Ley de Titulo Agrícola, o ley de Registro de Tierras. Esta se basaba en una
idea experimental de la autoría de un australiano llamado Ricardo Torrens en el
1858, que pretendía a una forma de repartición de la tierra. Los
norteamericanos tomaron la idea y la pusieron en practica en el estado de
Massachusetts en 1898, exactamente el año en que se apoderan de Puerto Rico,
Cuba, Guam y las Filipinas. En 1902, esas leyes son puestas en práctica con
cierto éxito en las Filipinas.
La segunda ley, la de repartición de los terrenos comuneros, en la que
los agrimensores y abogados habían prácticamente desfalcado el país, y fue muy
protestada. Hubo que detener su aplicación por una orden ejecutiva y prometerle
a la gente que se dictaría una nueva ley más justa en la que todo el mundo
resultaría beneficiado. Esa fue la Ley de Registro de Tierra, basada en lo que
Ricardo Torrens había puesto en práctica en Australia. Esta ley fue evacuada
nada más y nada menos que por el bufete de Francisco J. Peynado, abuelo del
actual empresario Jacinto Peynado y político reformista. También Moisés García
Mella trabajaba en esa ley, pero asesorado por abogados norteamericanos. De modo
que aun cuando estas leyes fueron aparentemente de la autoría de los abogados
Manuel Ubaldo Gómez y Francisco J. Peynado así como de Moisés García Mella,
estos recibieron la asesoría de los norteamericanos. En otras palabras,
prácticamente todas nuestras leyes eran de factura norteamericana.
El primero de julio de 1920 se crea esta Ley del Registro de Tierra.
Contiene tres instancias: Primero, la creación de lo que se llama Catastro,
segundo, la creación del Tribunal de Tierras y, tercero, la apertura de la
Oficina de Registro de Títulos. Como se puede comprobar, esa misma ley sigue
vigente hoy día. El Catastro Nacional se encargaba entonces y lo hace todavía
de la mensura, de medir los terrenos y darle a cada quien lo que le
corresponde. El Tribunal de Tierra es una instancia en la que se discuten los
problemas de propiedad de la tierra y se dictan sentencias a favor o en contra
de un titulo de propiedad. Mientras que la Oficina de Registro de Títulos es
una dependencia que expide y archiva los títulos para que una persona en un
momento determinado pueda aportar pruebas de que tal o cual terreno es de su
propiedad, amparado en un titulo legal.
En fin, toda esa legislación es obra de los norteamericanos. Por eso
dieron pie a muchas protestas, no solamente en el Este sino en todo el país,
por las funestas consecuencias que acarrearon esas leyes. Los autores se vieron
enfrentados a quienes ellos llamaron bandoleros, bandidos o
"gavilleros", en una lucha tenaz. Relativamente bien pronto terminan
exterminando a todos esos patriotas y revolucionarios dominicanos. Una vez que
acaban en el Este con los que se oponen a su "visión modernizadora"
de la República, piensan en un individuo que constituye un verdadero obstáculo
para los planes de desarrollo que ellos tienen en el Suroeste. Esa persona era
Olivorio Mateo, y residía en San Juan.
La persecución de Liborio
Casi de inmediato, en 1917, hacen su arribo los norteamericanos a San
Juan, y comienza la persecución de Olivorio Mateo. Desde el punto de vista de
estos, representa un obstáculo para la extensión de sus planes de lo que ellos
dieron en llamar "modernización". Olivorio Mateo se refugia entonces
en el mismo centro de la cordillera Central. Tiene armas. Hay autores que
indican la procedencia de estas. Había armas que les habían sido suministradas
por los Ramírez y otras probablemente procedían del revolucionario haitiano
Charlemagne Peralte, que en 1915, cuando Estados Unidos invade a Haití, lucha
contra los norteamericanos. Se dice que había comunicación. entre Olivorio y
este revolucionario haitiano (Lundius y Lundahl 2000:107-108, 112).
Hay autores como Horacio Blanco Fombona que sostienen que los
norteamericanos realizaron en contra de Olivorio unos dieciséis combates. Por
otra parte, el historiador dominicano Roberto Cassa relata que los
"gringos" habían realizado un total de ocho expediciones al mando de
centenares de soldados en su cacería de Olivorio Mateo. Estos combates se
realizaron en El Palmar, La Maguana, El Naranjal, Las Penitas, La Cotorra y
otros lugares. Pero esos esfuerzos resultaron inútiles. Olivorio siempre vivía
nómada como un puerco cimarrón, por los montes. Finalmente, el127 de junio del
1922 -hace exactamente ochenta y dos años- cae en combate el hombre que por
ironía de la vida había nacido un día como ese, José Olivorio Mateo Ledesma,
que pronto se transformó, por su mesianismo, en Liborio Mateo, Papa Liborio, o
el Dios Liborio. Cae junto a decenas de sus seguidores en un lugar llamado
"La Hoya del Infierno". Esa es la historia de Olivorio Mateo en su
lucha contra los norteamericanos. De ese combate sobrevivió un hombre llamado
José Popa. Se dice que fue la reencarnación de Olivorio, quien mantuvo el
liborismo viviente3•
Obras citadas
Blanco Fombona, Horacio, 1927 Crimenes del imperialismo
norteamericano. Mexico, D.F. Garrido Puello, Emigdio O. . 1963 Olivorio, ensayo
histórico. Santo Domingo. Lundius, Jan y Lundahl, Mats, 2000
Peasants and Religion: A Socioeconomic Study of Dios Olivorio and the Palma
Sola Movement in the Dominican Republic. Londres y Nueva York: Routledge.
Obra adicional consultadas Moya Pons, Frank. 1999 Breve historia
contemporánea de la República Dominicana. Mexico: Fondo de Cultura Económica.Vease en este tomo el trabajo sobre José Popa por el historiador
Roberto Cassa.